Con una basta (One run is enough)
July 21, 2010 by Alfonso L. Tusa C. · Leave a Comment
Con una basta
Los juegos que se deciden con marcador 1-0 guardan una intensidad emocional, tras cada jugada que crece a través de los innings, el esfuerzo de los lanzadores es más notorio y en cada jugada al campo reverbera la posibilidad de que alguna marfilada pueda estropear la magia de los pitchers.
En épocas pasadas los lanzadores permanecÃan en el montÃculo 9 y más innings mientras defendÃan su blanqueada. A partir de algún momento de los años sesenta se empezó a considerar la posibilidad de que los excesos en los lanzamientos acabaran más rápido con la carrera de un lanzador, partiendo de la tesis de que el acto de lanzar una pelota es un movimiento antinatural. Asà aparecen el conteo de los lanzamientos y la especialización de los pitchers relevistas.
Es cierto que al dosificar el esfuerzo de los pitchers se conservan mejor sus facultades en el tiempo, sin embargo a veces se exagera y no se deja que los pitchers terminen lo que comenzaron aún cuando puedan sentirse en buenas condiciones de seguir, con lo cual se priva al béisbol de aquellas epopeyas monticulares de antaño. Como cuando Leon Cadore (Brooklyn Robins) y Joe Oeschger (Boston Braves) se enfrascaron en un duelo por 26 entradas el 01 de mayo de 1920. En una carta escrita a Jerome Holtzman, Cadore recordaba que una semana antes de ese juego, Oeschger y él habÃan tenido otro duelo de pitcheo que ganó Cadore 1-0 en once episodios. “Si me preguntan que efecto tuvo aquel juego de 26 innings en mi brazo, les diré que no pude levantarlo por dos dÃas. En el inning 20 el manager Wilbert Robinson me preguntó si me estaba cansandoâ€.
Por su parte Oeschger dijo que se sintió un poco cansado al final del juego que terminó 1-1 debido a la caida de la noche. “Me benefició mucho que pude retirar el séptimo inning con sólo tres lanzamientosâ€. Antes de este juego habÃa lanzado un juego de 20 innings que terminó igualado 9-9 ante los Filis de Filadelfia el 30 de abril de 1919 y su pitcher Burleigh Grimes.
El 02 de julio de 1933 los Gigantes de Nueva York vencieron 1-0 a los Cardenales de San Luis en PoloGrounds. Carl Hubbell lanzó los 18 episodios y se apuntó la victoria. Tex Carleton lanzó 16 innings y Jesse Haines (1.2 innings), fue el pitcher derrotado. Hubbell se las ingenió para ponchar a 12 y mantener la pelota en la zona de strike, a lo largo del desafÃo ningún bateador se le embasó por boleto, he aquà una de las razones por las que muchos pitchers de antaño duraban más en los juegos, tenÃan un gran control y dominio de la zona de strike. Sólo permitió 6 imparables. De acuerdo a Waite Hoyt la fuente de la destreza de Hubbell era su incomparable control en la curva, lo que le permitÃa sorprender con su screwball.
El 05 de junio de 1938 Andrés Julio Baez por el Pastora y Lázaro Salazar por Gavilanes se enzarzaron en un ardoroso duelo que duró 20 episodios en el estadio El Lago. Baez alineó de quinto en el orden al bate por Pastora. Salazar fue el tercer madero de la alineación de Gavilanes. Pastora amenazó en el segundo episodio cuando Manduco Portillo (c) se embasó por error del campocorto Luis Aparicio Ortega. Pedro Baez “Grillo A” siguió con imparable. Pero una lÃnea trepidante del dominicano Horacio MartÃnez (ss) fue atrapada hacia delante por el jardinero izquierdo Vidal López y dobló en segunda a Portillo.
La definición llegó en el cierre del vigésimo episodio. Andrés Julio Báez despachó doblete entre left y centerfield. Domingo Barboza largó otro doble para dejar en el terreno a Gavilanes. Barboza recuerda que luego del partido Lázaro Salazar le dijo en broma que le habÃa puesto la bola porque pensaba que iba a tocar para arrimar a Báez a tercera.
El encuentro duró 6 horas y 30 minutos. Andrés Báez enfrentó 65 Gavilanes en 20 episodios, aceptó 5 imparables, concedió 4 boletos y recetó 10 ponches, 5 de ellos ante Vidal López. Salazar le lanzó a 67 pastoreños en 19 innings, aceptó 9 imparables, 1 carrera limpia, concedió 2 boletos y ponchó a 13.
Otro juego donde los pitchers mantuvieron la pizarra con el mÃnimode anotaciones por más de 15 episodios ocurrió el 06 de agosto de 1959 en Memorial Stadium. Billy O’Dell abrió por los Orioles, los Medias Blancas le hicieron una carrera en el tercero, luego lo relevó Hoyt Wilhelm en el noveno. Por los patiblancos abrió Billy Pierce y se mantuvo por 16 entradas en el morrito. Los oropéndolas le igualaron el juego en el cierre del octavo. O’Dell permitió 5 hits, concedió 4 boletos y ponchó 1 en 8 innings. Wilhelm lanzó 10 episodios sin permitir carreras, le dieron 2 hits, concedió 3 boletos y ponchó 7. Pierce aceptó 11 imparables, concedió 3 boletos y ponchó 7. Turk Lown lo relevó en el inning 17. En 2 innings aceptó 1 imparable y ponchó 2.
Una de las batallas más ardorosas que hayan desarrollado dos lanzadores ocurrió el 02 de julio de 1963. Juan Marichal abrió por los Gigantes de San Francisco y Warren Spahn por los Bravos de Milwaukee. Candlestick Park empezó a llenarse de suspenso cuando llegó el cierre del noveno episodio y el juego seguÃa 0-0. A partir de ese momento el manager Alvin Dark le avisaba a Marichal que si el juego seguÃa lo sacarÃa en el próximo inning. Cuando llegó el episodio 14 Dark parecÃa decidido a usar su bull pen. Marichal le hizo una observación, “¿Usted ve a ese hombre que está lanzando por los Bravos? Él tiene 42 años. Yo tengo 25. Si el puede seguir lanzando, yo también†. Willie Mays decidió el juego con jonrón en el cierre del inning 16. Marichal lanzó 16 entradas, permitió 8 imparables, 0 carreras, 4 boletos, 10 ponches. Spahn lanzó 15.1 innings, 9 imparables, 1 carrera, 1 boleto, 2 ponches.
Este juego hizo recordar el último donde dos lanzadores llevaron un blanqueo hasta el episodio décimosexto. En aquella ocasión Jack Harshman de los Medias Blancas de Chicago enfrentó a Al Aber de los Tigres de Detroit en el viejo Comiskey Park el 13 de agosto de 1954. Lo Medias Blancas ganaron 1-0 con triple de Orestes Miñoso a la derecha que remolcó a Nellie Fox desde primera base. Harshman lanzó 16 entradas en blanco, 9 imparables, 12 ponches, 7 boletos. Aber trabajó 15.1 episodios, 1 carrera, 8 ponches, 3 boletos.
Quizás el juego que recordaremos a continuación dista de ser un duelo individual de lanzadores, sin embargo es indudable la intensidad del forcejeo. El 15 de abril de 1968 los Mets de Nueva York se aparecieron por el Astrodome para enfrentar a los Astros. Don Wilson abrió por los siderales y Tom Seaver por los metropolitanos. Wilson resistió 9 episodios donde aceptó 5 imparables, 0 carreras, concedió 3 boletos, recetó 5 ponches. Seaver aguantó 10 entradas, permitió 2 imparables, 0 carreras, 0 boletos, recetó 3 ponches. Jon Buzhardt (2 innings), Danny Coomb (2 innings), Jim Ray (7 innings) y Wade Blasingame (4 innings) (G), sucedieron a Wilson. Ron Taylor (1 inning), Cal Koonce (1 inning), Bill Short (1 inning), Dick Selma (.2 inning), Al Jackson (3 innings), Danny Frisella(2.1 innings), Les Rohr (2.1 innings) (P), relevaron a Seaver. Houston ganó 1-0. El juego se decidió en el episodio 21 por un error del campocorto Al Weis.
El primero de septiembre de 1967, los Gigantes de San Francisco llegaron al Crosley Field para enfrentar a la novena de Cincinnati. Mel Queen abrió por los Rojos y Gaylord Perry por los Gigantes. Queen lanzó 8.1 episodios sin permitir anotaciones, 8 imparables, 1 boleto, 10 ponches. Perry transitó 16 entradas, 0 carreras, 10 imparables, 2 boletos, 12 ponches. Ted Abernathy (3.2 innings), Don Nottebart (5 innings), Bob Lee (3 innings) (P). Relevaron por los Rojos. Frank Linzy (5 innings) se apuntó la Victoria para los Gigantes. Jim Ray Hart anotó la carrera de la victoria impulsado por boleto de Dick Groat en el inning 21.
En la actualidad presenciar un juego donde el pitcher abridor complete 9 entradas es algo inesperado. Si alguno llegase a lanzar más de 10 episodios estarÃamos presentes en el museo de béisbol más grande y bullicioso que se pudiera imaginar y si está lanzando sin hits ni carreras los gritos tendrÃan la misma intensidad de un alfiler impactando el cemento del estadio.
Alfonso L. Tusa C.
English translation
The baseball games with 1-0 scores keep a great emotional intensity. Behind every play through the innings, that intensity gets bigger, the hurlers effort is more remarkable and it floats in the air the possibility of some defensive error disturbing the pitchers’ magic.
In the past, the pitchers remained in the mound for 9 and more frames while they defended their shutouts. At some point in the sixties, several coaches started to think about the excessive deliveries as the main reason for ending earlier the career of a pitcher, considering that the fact of throwing a baseball is an against nature movement. That is the reason of pitch counts surge and the relief pitchers specialization.
It’s right to control the pitchers efforts because that way they preserve better their faculties through the years. But sometimes it’s exaggerated and the managers don’t allow the pitchers to finish what they started , no matter if they feel good to stay in the game. That way baseball suffers for not having the chance of watching again those epic pitching duels from the past. As when Leon Cadore (Brooklyn Robins) and Joe Oschger (Boston Braves) had that pitching duel for 26 innings, on May 01st, 1920. In a letter written to Jerome Holtzman, Cadore recalled that in a game played a week before, Oeschger and him had developed another pitching duel, that time Cadore won 1-0 in eleven frames. “If you ask me which was the effect that 26-innings game had on my arm, I’ll tell you that I couldn’t raise it for two days. In the 20th inning the manager Wilbert Robinson asked me if I was tired.†Oeschger said that he felt a little tired at the end of the 1-1 game because of the night fall. “I was benefited by the fact that I retired the seventh inning with only three deliveriesâ€. Before that game Oeschger had hurled a 20-inning game that finished 9-9, before the Philadelphia Phillies on May 30th, 1919 and their pitcher Burleigh Grimes.
On July 02nd, 1933, the New York Giants defeated the San Luis Cardinals 1-0 in Polo Grounds. Carl Hubbell hurled the 18 innings the game lasted and got the win. Tex Carleton hurled 16 innings and Jesse Haines (1.2 innings) was the losing pitcher. Hubbell struckout 12 batters and kept the ball in the lower strike zone. He didn’t allow a single walk. This is one of the reasons why so many pitchers from the past kept in the mound by a lot of innings. They had a great control on the strike zone. He accepted 6 hits. According to Waite Hoy, Hubbell’s source of ability was his extraordinary control on the curve, what made him capable of throwing his screwball.
On June 05th, 1938, Andrés Julio Báez for Pastora and Lázaro Salazar for Gavilanes got into a burning pitching duel that lasted for 20 innings at El Lago Stadium. Baez was the fifth batter in the line up. Sálazar batted third in the Gavilanes line up. Pastora threatened in the second frame when Manduco Portillo got on base because of a Luis Aparicio Ortega error. Pedro Baez followed with a single. But a threatening line drive hit by the dominican short stop Horacio MartÃnez was caught by Vidal López in the left field and he completed the double play by throwing out Portillo at second base.
The time of the game was 6 hours, 30 minutes. Andrés Báez faced 65 Gavilanes in 20 innings. Accepted 5 hits. Gave 4 walks. And struckout 10. Five of them before Vidal López. Salazar faced 67 Pastora batters in 19 innings. 9 hits. 1 earned run. 2 walks. 13 struckouts.
Another game where the pitchers stayed on the mound with few runs happened on August 06th, 1959 at Memorial Stadium. Billy O’Dell started by the Baltimore Orioles. The Chicago White Sox made him a run in the third frame, Hoyt Wilhelm relieved O’Dell in the ninth inning. Billy Pierce started the game for the White Sox and stayed for 16 frames in the mound. The Orioles tied the game in the bottom of the eighth inning. O’Dell allowed 5 hits, 1 earned run, gave 4 walks, struckout 1, in 8 innings. Wilhelm pitched for 10 innings, 0 earned runs, 2 hits, 3 walks, 7 struckouts. Pierce allowed 11 hits, 1 earned run, 3 walks, 7 struckouts. Turk Lown relieved him in the inning 17. In 2 innings he accepted 1 hit and struckout 2.
One of the most burning battles developed by two pitchers happened on July 02nd , 1963. Juan Marichal started by the San Francisco Giants and Warren Spahn by the Milwaukee Braves. Candlestick Park began filling with suspense when it arrived the ninth inning and the score remained 0-0. From that moment on, the manager Alvin Dark warned Marichal that if the game kept going he would take him out in the next inning. In the 14th inning Dark tried to use his bull pen. Marichal made him a comment: “Do you see that man pitching for the Braves? He’s 42. I’m 25. If he can keep hurling,so can Iâ€. Willie Mays decided the game with a home run in the bottom of the 16th inning. Marichal hurled 16 innings, allowed 8 hits, 0 runs, 4 walks, 10 struckouts. Spahn worked for 15.1 innings, 9 hits,1 earned run, 1 walk, 2 struckouts.
That game brought the remembrance of the last one where two pitchers kept a shutout until the 16th inning. At that time Jack Harshman of the Chicago White Sox faced Al Aber of the Detroit Tigers in the Old Comiskey Park on August 13th, 1954. The White Sox won the game with an Orestes Miñoso three-base hit that plated in Nellie Fox from first base. Harshman hurled 16 scoreless frames, allowed 9 hits, 7 walks, 12 struckouts. Aber worked for 15.1 innings, 1 earned run, 8 struckouts, 3 walks.
Maybe this game is away from being an individual pitching duel, but it was a very fierce contest. On April 15th, 1968 the New York Mets visited the Astrodome to face the Houston Astros. Don Wilson started by the Astros and Tom Seaver by the Mets. Wilson remained in the game for 9 innings, allowed 5 hits, 0 earned runs, 3 walks, 5 struckouts. Seaver hurled 10 innings, allowed 2 hits, 0 earned runs, 0 walks, 3 struckouts. Jon Buzhardt (2 innings), Danny Coomb (2 innings), Jim Ray (7 innings) and Wade Blasingame (4 innings) (W), relieved Wilson. Ron Taylor (1 inning), Cal Koonce (1 inning), Bill Short (1 inning), Dick Selma (.2 inning), Al Jackson (3 innings), Danny Frisella(2.1 innings), Les Rohr (2.1 innings) (L), followed Seaver on the mound. Houston won 1-0 in the bottom of the 21st inning because of an error of the short stop Al Weis.
On September 1st, 1967 the San Francisco Giants arrived to Crosley Field to face the Cincinnati Reds. Mel Queen started by the Reds and Gaylord Perry by the Giants. Queen hurled 8.1 innings, 0 earned runs, 8 hits, 1 walk, 10 struckouts. Perry kept on the mound for 16 innings, 0 earned runs, 2 walks, 10 hits, 12 struckouts. Ted Abernathy (3.2 innings), Don Nottebart (5 innings), Bob Lee (3 innings) (L), followed Queen on the mound. Frank Linzy (5 innings) relieved Perry and won the game for the Giants. Jim Ray Hart scored the winning run batted in by a walk to Dick Groat in the 21st inning.
Nowadays to watch a game where the starting pitcher remains on the mound for 9 innings is something unexpected. If someone would last for more than 10 innings we’ll be at the biggest and noisiest baseball museum. If the pitcher is experiencing a no hitter the fans’ shouts would have the same intensity of a pin falling down on the stadium floor.
Alfonso L. Tusa C.
Alfonso is a writer whose work has been featured in Venezuela’s daily newspaper, El Nacional and in the magazine Gente en Ambiente, and he’s collaborated on several articles for newspapers, including the daily paper Tal Cual. He’s also written three books and biographies for SABR’s BioProject.