Serie Mundial inédita. (An original World Series)

October 25, 2010 by · 1 Comment

Las sombras de Polo Grounds persiguen al pequeño centerfielder de los Gigantes de Nueva York que corre como un velocista de 100 metros. Lo único que se ve es el 24 burbujeando en la zona de seguridad, Willie Mays estiró el guante y la pelota aterrizó en la malla, parecía estar leyendo un libro. Giró y lanzó al cuadro en medio de su caida, a un lado flotaba la gorra.

 Los Rangers siempre tenían jugadores impactantes como Jeff Burroughs, Bump Wills, Toby Harrah, Tom Gieve, Jim Sundberg, Pete Incaviglia, Buddy Bell, Bert Blyleven, Ferguson Jenkins, Jon Matlack, David Clyde, Cesar Tovar, Iván Rodríguez, Julio Franco y tantos más. Managers como Whitey Herzog o Billy Martin. Sin embargo siempre estaban detrás de los Mellizos de Minnesota, los Atléticos de Oakland o los Reales de Kansas City.

  Siempre le preguntaba a mis hermanos y a los entendidos por qué aquellos Gigantes de Mays, Willie McCovey, Juan Marichal, Orlando Cepeda, Mateo y Felipe Alou, Gaylord Perry, Jim Ray Hart y pare de contar nunca pudieron ganar una Serie Mundial. Ellos sospechaban que esos equipos adolecían de la química suficiente en el dugout para complementar las condiciones atléticas de cada uno. Ese argumento me parecía incompleto porque Bill Rigney (1958-1960), Alvin Dark (1961-1964) y Herman Franks (1965-1968) siempre dejaron marcas por encima de .500. Rigney llevó a los Mellizos al título divisional del oeste en la Liga Americana en 1970. Dark alcanzó la Serie Mundial con los Atléticos en 1974 además del banderín de la Liga Nacional que logró con los Gigantes en 1962. Franks terminó en segundo lugar de la Liga Nacional entre 1965 y 1968, la única vez que no ganó más de 90 juegos, llegó a 88. Me inclinó más a pensar que si los Gigantes tenían tremendo equipo, los Dodgers de los Angeles y los Cardenales de San Luis se fajaban con ellos y los vencían en la raya.

  Lo más cercano que los Rangers estuvieron de una Serie Mundial fue en las series divisionales de 1996, 1998 y 1999. En la primera estuvieron cerca de sorprender a los Yanquis de Nueva York, a pesar de que terminaron perdiendo tres juegos a uno. En las otras dos fueron barridos por los Mulos de Manhattan.

  Aún resuena en los oidos de quienes lo escucharon y en los ojos de quienes lo leímos, la línea de McCovey que encendió por fracciones de segundo al Candlestick Park, sólo para tornarse en un mar de cabezas precipitadas cuando la esférica se internó en el guante de Bobby Richardson; Mateo Alou paralizó su carrera antes de llegar al “home”, Mays dio media vuelta en segunda y se quitó la gorra. Esa fue la vez que los Gigantes estuvieron más cerca de saborear la Serie Mundial desde que se mudaron a San Francisco. En 1989 fueron barridos por los Atléticos y en 2002 volvieron a perder en el séptimo desafío frente a los Angelinos de Anaheim.

  Will Clark, aquel inicialista de excelsa defensiva y muy respetable con el madero, es el único pelotero en jugar al menos 600 juegos con los Gigantes y los Rangers. Fue a la Serie Mundial de 1989 con el uniforme negrianaranjado y a las series divisionales con los colores texanos.

 Darryl Hamilton fue un jardinero que ganó la división oeste de la Liga Americana con Texas en 1996 y la división oeste de la Liga Nacional con San Francisco en 1997, en ambas ocasiones se quedó en el camino del Clásico de Octubre.

 Omar Vizquel ganó guantes de oro con los Gigantes en 2005 y 2006 y asesoró a Elvis Andrus sobre la manera de jugar la posición mientras era suplente del cuadro de los Rangers en  2009.

 Desde que Cleveland venció a Brooklyn en 1920 sólo en tres Series Mundiales los equipos participantes no habían ganado el torneo en las ciudades donde jugaban. En 1980 cuando Filadelfia venció a Kansas City. En 1992 cuando Toronto derrotó a Atlante y en 2002 cuando los Angelinos le ganaron a los Gigantes.

 Las únicas dos franquicias que han pasado más tiempo sin ganar la Serie Mundial son los Cachorros de Chicago (1908) y los Indios de Cleveland (1948).

  De seguro será una Serie de grandes alternativas que pudiera arrancar con un enfrentamiento entre Cliff Lee y Tim Lincecum lo cual dibujaría sobre el diamante la posibilidad de un enconado duelo de lanzadores. Ignoramos si habrá alguna jugada similar a la de Mays. De lo que si estamos seguros es de que se desarrollará una jugada que determinará cual equipo ganará, como aquella de Mays en el octavo inning del primer juego de la Serie de 1954, el juego estaba 2-2 y así se fue a extraining hasta que ganaron los Gigantes. Después los inquilinos de Polo Grounds barrieron a los Indios.

 Alfonso L. Tusa C.

English translation

The shadows of Polo Grounds chase the New York Giants little center fielder who runs as a one hundred meters sprinter. The only thing that can be seen is the number 24 bubbling in the warning track. Willie Mays stretched his glove out and the baseball landed in its web. He seemed to be reading a book. Mays spun and threw the ball to the infield while falling down. His cap floated by the side.

  The Texas Rangers always had magnificent players as Jeff Burroughs, Bump Wills, Toby Harrah, Tom Grieve, Jim Sundberg, Pete Incaviglia, Buddy Bell, Bert Blyleven, Ferguson Jenkins, Jon Matlack, David Clyde, Cesar Tovar, Iván Rodríguez, Julio Franco and many more. Managers as Whitey Herzog or Billy Martin. But they always finished behind the Minnesota Twins, the Oakland A’s or the Kansas City Royals.

 I always asked my brothers and the baseball experts why those Giants of Mays, Willie McCovey, Juan Marichal, Orlando Cepeda, Mateo and Felipe Alou, Gaylord Perry, Jim Ray Hart and many others, could never win the World Series. They suspected that those teams lacked of the enough chemistry in the dugout to complement the athletical conditions of each one. That explanation seemed wrong to me, because Bill Rigney (1958-1960), Alvin Dark (1961-1964) and Herman Franks (1965-1968) always had records above the .500 winning average. Rigney led the Minnesota Twins to the title of the West Division of the American League in 1970. Dark reached the World Series with the Oakland A’s in 1974, besides winning the National League pennant with the 1962 Giants. Franks finished in second place of the National League between 1965 and 1968. The only time he didn’t win at least 90 games, he got 88. My opinion is that the Giants had a great team, but the Los Angeles Dodgers and the St. Louis Cardinals kept hustling with them and got the pennant on the finish line.

  The closest the Rangers arrived to be in a World Series were those divisional series of the American League in 1996,1998 and 1999. In the first one they were near of upsetting the New York Yankees, but at the end lost 3 games to one. The Rangers were swept in the other two ALDS.

  It still sounds in the ears of who listened it and in the eyes of who read it. The line drive of McCovey that lightened the Candlestick Park for milliseconds, just to turn on a sea of fallen faces when the baseball went inside the Bobby Richardson’s glove. Matty Alou stopped his dash before arriving home. Mays moved back to second base and took off his cap. That was the time when the Giants were the closest of winning the World Series since they moved to San Francisco. In 1989 they were swept by the Oakland A’s and in 2002 they lost before the Anaheim Angels in the seventh game.

 Will Clark, that first baseman of great defense and respectable batting, is the only player who played at least 600 games for both the Giants and the Rangers. He played in the 1989 Series with the black and orange jersey and in the ALDS of 1996,1998 and 1999 with the Texan uniform.

 Darryl Hamilton was an outfielder who won the West Division of the American League with the Texas Rangers in 1996 and the West Division of the National League with the San Francisco Giants in 1997.

 Omar Vizquel won two Gold Glove awards with the Giants in 2005 and 2006 and tutored Elvis Andrus about how to play the short stop position while he was the infield utility for the Rangers in 2009.

 Since Cleveland defeated Brooklyn in 1920 there have only been three World Series where the teams hadn’t won the title in their current cities: In 1980 when Philadelphia beat Kansas City. In 1992 when Toronto defeated Atlanta and in 2002 when the Angels beat the Giants.

 The only two franchises with a larger winingless World Series period are the Chicago Cubs (1908) and the Cleveland Indians (1948).

 This, for sure, will be a great Series that could begin with an intense pitching duel between Cliff Lee and Tim Lincecum. I ignore if there will be some play like that of Willie Mays. What I don’t hesitate to think about is it will develop a play that will determine which team will win, like that of Mays in the eighth inning of the first game of the 1954 World Series. That game was tied 2-2 and that way went to extrainning until the Giants won the game. Afterwards they swept the Indians.

 Alfonso L. Tusa C.

Alfonso’s work has been featured in Venezuela’s daily newspaper, El Nacional and in the magazine Gente en Ambiente, and he’s collaborated on several articles for newspapers, including the daily paper Tal Cual. He’s also written three books and biographies for SABR’s BioProject.

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