Buster Keaton versus Adalberto Martínez (Resortes)
January 28, 2012 by Alfonso L. Tusa C. · Leave a Comment
Ambos destacaron como excelsos actores cómicos. Uno a principios del siglo veinte en plena época del cine mudo, el otro en la famosa edad dorada del cine mexicano. Sus cualidades sobre el escenario dejaban sin estómago a más de uno, más allá de eso pudiera hablarse de un relativo punto común que comprobé hace unos días mientras leía el boletín dela SociedadAmericanade Investigadores de Béisbol (SABR). En el ejemplar titulado Endless Seasons, editado por Jean Hastings Ardell y Andy McCue, Rob Edelman escribió el artículo: Buster Keaton, Baseball Player. Me sorprendió mucho que el atleticismo desarrollado por Keaton desde sus tempranas prácticas beisboleras le permitió resistir las exigencias físicas del acto de vaudeville que protagonizaba con su padre. Debía resistir los empellones de su progenitor por todo el escenario para condimentar la comicidad del acto.
De Resortes desconozco su afición por el deporte de las cuatro bases, sólo que fue inevitable recordar las escenas de “El beisbolista fenómeno”, película de mediados del siglo veinte donde mientras encarnaba a un mendigo recibió un pelotazo mientras dormía detrás de un estadio y empezó a escuchar voces de un pelotero difunto. La manera como estira los brazos y entabla conversación con el fantasma hace pensar en que al menos algo de pasión debía sentir Resortes por el juego.
Como actor principal en las películas siempre les preguntaba a los potenciales miembros del reparto actoral si eran capaces de actuar y de jugar béisbol. Cuando llegó a tenerla Keaton ProductionCompany, esta también era un equipo de béisbol listo para jugar en cualquier parte. Por eso cuando ocurría cualquier imprevisto en las grabaciones, Keaton anunciaba oficialmente que se iban a jugar béisbol. Cuando se resolvía el imprevisto y debían reanudar la grabación era difícil traer de vuelta al elenco al set.
Resortes agarró la pelota que lo golpeó y la lanzó de vuelta al estadio y golpeó al dueño del equipo. De inmediato ordenaron buscar al autor del lanzamiento. Al llevar a Resortes al estadio le pidieron que hiciera unos envíos y decidieron contratarlo para jugar enla LigaMexicanade Béisbol Profesional. Entonces empezó un diálogo con el pelotero fallecido. Acordaron que el pelotero jugaría a través de Resortes para alcanzar el campeonato que nunca logró en vida. Empezó a realizar unos lanzamientos que dejaban paralizados a los bateadores. Pronto se convirtió en la estrella del equipo y de la liga. En la película hacen sonar una guaracha que decía más o menos así: “Bola de humo… Bola de humo… Pone la bola mamita, como ninguno..” En la pantalla desplegaban imágenes de Resortes en el montículo enfrentando a los bateadores más peligrosos.
Keaton también filmó dos películas relacionadas con el béisbol. “College”, donde ofrece una explicación humorística de los fundamentos del juego y “The Cameraman”, aquí hace una pantomima del sueño de cada aficionado al béisbol de montarse en un montículo o entrar en el cajón de bateo de un estadio de Grandes Ligas.
En el momento cumbre de la película Resortes se enoja con el fantasma porque este le reclama su afición por el alcohol. Su ascenso al estrellato se derrumba y cuando está casi ido pide una última oportunidad que coincide con el juego por el campeonato. Empieza a rogar y a llamar al fantasma y hasta promete que dejará la bebida. Entonces reaparece el fantasma y juntos empiezan a dominar a los contrarios hasta ganar el campeonato.
Keaton escribió en su autobiografía que cada septiembre apuraba la filmación de su película de otoño para poder asistir ala SerieMundialen octubre.
La pasión con que Resortes hacía en wind up y las encendidas conversaciones de béisbol que sostenía con el fantasma demuestran que sentía alguna simpatía por el juego.
Alfonso L. Tusa C.
English translation
Both were great comedians. One at the beginning of the twentieth century, during the mute movies era. The other in the famous golden age of the mexican cinema. Their qualities on the stage meant plenty of laughter for the spectators. Beyond this, we could talk about a relative common point between them that I proved some days ago while reading the SABR bulletin. In the issue titled Endless Seasons, edited by Jean Hastings Ardell and Andy McCue, Rob Edelman wrote the article: Buster Keaton, Baseball Player. I got very surprised that the athleticism Keaton achieved from his early baseball practices allowed him to survive the physical exigencies in his father’s vaudeville act. He should resist all the pushings and pullings his father made on him to increase the comicity in the act.
I don’t know anything about Resortes’ interest for baseball. I just recalled some scenes from “El beisbolista fenómeno”, a film from the 1950’s where a vagabond gets hit by a baseball while he slept under a tree behind the stadium. He started to listen the voices of a passed away ballplayer. The way he moved his arms and kept the dialogue with the ghost shows at least some of the passion Resortes should feel for the game.
As the main actor in the film, Keaton always asked the potential members of the cast if they were able of acting and playing baseball. When he owned the Keaton Production Company, it also was a baseball team ready to play anywhere. That’s why anytime the filming had to be stopped for any reason, Keaton announced officially they were going to play baseball. When the trouble got solved and they should resume the filming it was very difficult to bring the actors back to the set.
Resortes took the ball that hit him and threw it back to the stadium hitting the owner of the team. They ordered to find the author of the shooting. After catching him they asked Resortes to make some deliveries and decided to sign him for playing in the Mexican Baseball League. Then it began a dialogue between Resortes and the passed away ballplayer. They agreed that the ghost would play through Resortes to reach the championship he never got in his life as a ballplayer. Resortes began to throw some deliveries that paralyzed the hitters. Soon he became the star of the team. In the film they play a guaracha music that goes like this: “Bola de humo… Bola de humo… Pone la bola mamita, como ninguno..” On the screen appeared images of Resortes on the mound facing the most dangerous hitters.
Keaton also made two films related to baseball. “College”, where he offers a comic explanation about the game’s fundamentals and “The Cameraman”, here he performs a pantomime about the dream each baseball fan has for climbing a mound or entering the batter box in a Major League Baseball park.
In the crucial moment of the movie, Resortes gets mad with the ghost because of his love for alcohol. His stardom disappears. When he’s almost done, he asks for a last chance in the game for the championship. Resortes begins to beg and call the ghost and promises he’ll quit drinking alcohol. Then the ghost reappears and together they begin to get the hitters out until winning the championship.
Keaton wrote in his autobiography that every September he rushed the filming of his autumn movie in order to attend the World Series in October.
Resortes’ passion for performing the wind up and the burning baseball talks he had with the ghost, show that he felt some love for the game.
Alfonso L. Tusa C.
Alfonso’s work has been featured in Venezuel’s daily newspaper, El Nacional and in the magazine Gente en Ambiente, and he has collaborated on several articles for newspapers, including the daily paper Tal Cual. He has also written four books and biographies for SABR’s BioProject.